Reseña La Élite y La Elegida

Al fin he terminado la trilogía de La Selección. 

He tardado más de lo que pensaba porque el día 7 fue mi cumpleaños y me pasé todo el día fuera y con mi familia.
Eso sumado a que el libro de La Élite se me hizo muy pesado... pues ahí vamos.


Sinceramente, el primer y tercer libro están genial pero el segundo es horrible. Sobre todo por el comportamiento de América.
En ese libro ha habido momentos en los que deseaba que le pegasen un balazo en la frente. En serio.
Se comportó como la típica protagonista idiota, atrapada en un estúpido triángulo amoroso que crea ella sola. En fin.

 Al menos el tercero estuvo bien, volvió a tener un ritmo parecido y me gustó.

 Realmente con La Élite pensé en dejar la saga a medias. Pero no me arrepiento de haber decidido seguir. porque La Elegida estuvo bien.


La saga era un poco predecible; pero para tener una lectura ligera sin muchos plot twist y en la que no me implique mucho emocionalmente, está bien.
Me ha gustado, no me ha encantado pero ha estado bien.
No son unos libros que me hayan afectado mucho, pero para pasar el rato han estado bien.
Y Maxon ha sido el personaje que más me ha gustado.

 Recomiendo leerla, sobre todo si necesitas distanciarte y perderte unas horas entre palacios, telas preciosas y príncipes. 

No sé si me leeré La Heredera o cualquier otro de la saga. Puede que en otro momento.
 Para ser la número uno en New York Times, está bastante mejor de lo que esperaba y para lo que había oído de la gente me ha gustado bastante.

Una cosa aparte, es que la escritora me ha recordado mucho a mí. Es posible que haya disfrutado mucho más sus agradecimientos, que ciertas partes del libro. 
Me ha parecido una persona asombrosa y muy pero que muy cuqui. Esa mujer es puro amor. 
Espero poder ser yo así algún día.


Esta reseña es muy corta, lo sé. Y puede que ahora mismo me deseéis un terrible sufrimiento. Pero es que ahora mismo no estoy muy inspirada.
 Puede que retoque esta reseña en algún momento, o la borre y escriba una nueva. No me sorprendería. Así que, por favor, no me juzguéis.