¡Hola Foreverlanders! Aquí estoy otra vez. Ayer me terminé una serie de Netflix que parecía tener muy buena pinta y cuyas críticas eran bastante favorables. Como ya sabéis el tema de la leyenda artúrica es algo que me fascina y una de mis series favoritas de todos los tiempos es Merlín (2008) de la BBC. Por eso tenía muchas ganas de ver cómo se desarrollaba esta reinterpretación del mito del Rey Arturo. El libro no me lo he leído así que no sé si se parece en algo a su adaptación y por ello voy a centrarme exclusivamente en la serie de Netflix. 
Os cuento qué me ha parecido aquí debajo.


Sinopsis:
Cuando los Paladines Rojos, un grupo de monjes que buscan acabar con los druidas y la magia, destruyen su hogar y asesinan a su madre; Nimue se embarca en un viaje para cumplir con la última voluntad de su madre: llevar la espada Excálibur a Merlín para liberar a su pueblo. 

Por el camino Nimue entabla una amistad con un mercenario llamado Arturo que le ayudará a continuar su búsqueda para encontrar al druida Merlín caído en desgracia. 


La premisa me pareció muy interesante porque en esta versión se pone el foco en Nimue, la Dama del Lago. Es un personaje que no suele tener mucho protagonismo y la verdad que el worldbuilding del mundo de las hadas y la interacción entre druidas y monjes me resultaba bastante atractivo.

Los personajes se alejan bastante de las típicas historias basadas en la leyenda artúrica y además existe bastante representación, por lo que en un principio resulta llamativa.

La serie cuenta de momento solo con una temporada de 10 episodios de unos 40 minutos cada uno, no se hace larga, aunque no es la clase de serie a la que puedo prestar atención constantemente, sino que prefiero tenerla de fondo mientras dibujo o hago otra cosa. 

Los primeros capítulos se me hicieron insufribles, especialmente el primero me pareció muy malo y estuve a punto de dejar la serie. En el segundo la cosa mejoró un poco y se comenzaron a introducir tramas interesantes, pero no fue a partir del cuarto que noté que me interesaba. Los efectos especiales son un poco cutrillos a veces y no soy especialmente fan de la "sangre vino tinto" (la sangre muy líquida y que sale a borbotones en todas las escenas posibles para intentar impactar al espectador, pero sin conseguirlo). 

Cursed (2020)

Creo que el principal problema que tiene la serie es que no sabe aprovechar el worldbuilding y los personajes que tiene. 

El mundo en el que está ambientado genera muchas posibilidades, hay hadas, druidas, reyes, monstruos, dioses antiguos e incluso vikingos; pero no se explora lo suficiente ni se profundiza en este mundo y sus relaciones. Me da la sensación de que apenas nos enseñan unas pinceladas y el resto se esconde tras una trama que deja un poco que desear y unos personajes que podrían llegar a ser muy complejos y romper con lo establecido pero que a su vez son desperdiciados y muchas veces prácticamente planos. 

Las críticas ponían la serie por las nubes y sobre todo a su protagonista, lo que ha hecho que me decepcionara mucho más que si simplemente la hubiera empezado sin expectativas. Nimue es un personaje plano que a mí personalmente no me ha aportado nada. Supuestamente es muy poderosa pero no lo demuestra y no llegué a conectar con ella y sus conflictos. Me gustaba mucho la idea del personaje, fue su desarrollo lo que no llegó a convencerme. 


Arturo tiene un toque diferente en esta serie y aunque al principio no me convencía mucho este cambio, me ha terminado cayendo hasta bien y él y Morgana son los personajes que han sido más desarrollados a lo largo de la serie. 

Otros personajes secundarios como Gawain, Squirrel o The Weeping Monk me han entusiasmado bastante más que la protagonista. Incluso la trama de Uther me pareció interesante, aunque de nuevo desaprovechada.

El personaje que más me ha gustado ha sido Merlín y es la verdadera razón por la que he terminado la serie. Su actor, Gustaf Skarsgard, que hizo de Floki en Vikings, es el que más me ha convencido en su papel incluso cuando el guion es un poco flojo. 
Me ha gustado la forma de llevar a este Merlín tan distinto, más embaucador y peligroso que un viejo y sabio mago. 

Merlín (Cursed)

Tiene mucho potencial y, aunque desconozco si se va a hacer una segunda temporada, me parece que Merlín podría aportar mucho más. 

El final ha sido lo que más satisfactorio me ha parecido, a pesar de que los plot twist eran esperables (eso no siempre es malo, es más en este caso incluso lo prefería porque implicaba que la narración llevaba a un sitio) y que ha sido un poco rápido, me alegra ver que al final la inclusión de ciertas tramas y personajes tenía un motivo y aportaba algo a la trama que al principio era casi inexistente. 

No es una serie que recomendaría a todo el mundo y tampoco una que deba verse sí o sí, pero si tenéis Netflix y os interesa pasar un rato viendo algo relacionado con la leyenda del rey Arturo, está bien para verla sin más. Si se hace una segunda temporada quizá mejore y explore el worldbuilding tan interesante que tiene y saque provecho al potencial de los personajes. 

2.5/5


De momento tengo publicado:


  • La Maldición Eerola (julio 2020) 

Enlace a Lektu- Gratuito, pago social

Sinopsis:
Säde pensaba que lo más peligroso a lo que podía enfrentarse era la gran guerra. Pero se equivocaba.
Cuando un dragón se presenta en la mansión de sus fallecidos tíos exigiendo su ayuda para acabar con una antigua maldición, Säde descubre que su familia guardaba muchos más secretos de los que pensaba y que lo desconocido puede llegar a cambiar su vida.
 
Tags: fantasía, Segunda Guerra Mundial, dragones, maldiciones, mitología nórdica, leyendas, novela corta. 

Libro disponible en epub y pdf.

Cubierta completa
¡Hola Foreverlanders! No, no he desaparecido, aunque hace 5 meses que no me paso por aquí. La verdad es que para todos ha sido un año muy duro y entre el coronavirus, la universidad y problemas personales, no he estado con la mente tranquila para escribir entradas en el blog. Eso no implica que haya dejado de hacer cosas, pero como decidí que solo iba a escribir en el blog cuando me apeteciese, eso mismo he hecho.
Aún estoy intentando acostumbrarme a la nueva interfaz de Blogger (que es algo que también me ha desanimado a la hora de publicar una entrada) y planeo en un futuro cercano (espero) volver a cambiar el diseño del blog y diseñar una nueva cabecera. A ver cómo va la cosa porque tengo tantos proyectos abiertos al mismo tiempo que no tengo horas suficientes en el día. 

Respecto a la entrada de hoy, os traigo una recomendación de una serie que me terminé hace apenas dos días y que me llevaban diciendo desde hace muchísimo tiempo que debería verla. Empecemos con la reseña.


Avatar The Last Airbender (Netflix)


Sinopsis: 
"Durante mucho tiempo vivieron en paz las cuatro naciones: la Tribu del Agua, el Reino de la Tierra, los Nómadas del Aire y la Nación del Fuego; pero todo cambió cuando la Nación del Fuego atacó y comenzó una guerra que solo el Avatar, maestro de los cuatro elementos, podría terminar. Pero cuando más se le necesitaba, el Avatar desapareció dejando el mundo sumido en una guerra.

El Avatar lleva desaparecido 100 años en los que la Nación del Fuego ha extendido su dominio por las cuatro naciones destruyendo todo a su paso. Katara y Sokka son dos jóvenes de la Tribu del Agua del Sur que descubren encerrado en un iceberg al Avatar, un niño llamado Aang y que es el último airbender. Para derrotar a la Nación del Fuego Aang debe aprender a dominar los cuatro elementos, así que los tres se embarcan en una aventura para cumplir su destino y devolver la paz a las naciones. "

La serie se basa en la premisa de que cada nación cuenta con una afinidad especial con su elemento y entre sus nativos se encuentran los "benders", que son aquellos que logran dominar su elemento mediante las artes marciales y la concentración.


 

La cultura asiática está muy presente durante toda la serie y las naciones referencian a sus costumbres y geografía. Aunque no sé mucho de ella me ha gustado bastante la forma en la que la presentan y he disfrutado también mucho con el estilo de animación. 

La verdad es que comencé la serie sin muchas expectativas porque, aunque a mis amigos les gustaba mucho, no estaba segura de que fuese a ser para mí. 

No me suelen gustar nunca los primeros capítulos de cualquier serie, es a partir del segundo cuando soy capaz de decidir si me merece la pena seguir adelante, pero con ATLA ni siquiera me enteré del cambio de capítulo porque con solo el principio ya me había encariñado con los personajes.

Al ser una serie infantil se podría pensar que no es demasiado profunda, pero lo cierto es que se tratan muchos temas con una naturalidad y un cuidado que he encontrado en pocas series. Se habla de la familia, del honor, del autoritarismo, de la amistad, la pérdida, la autoestima, la espiritualidad... Es muy completa y una simple lectura de sus capítulos aporta mucho internamente. Se puede reflexionar mucho gracias a la importancia que se le da al mundo interior en esta serie y creo que es muy importante poner en valor que una serie infantil no tiene por qué ser sencilla. Los niños no son tontos y es imprescindible no tratarlos como tal.

Aparte de los temas que se reflejan en la trama y en el conflicto interno de los personajes, lo que más me ha gustado ha sido precisamente el desarrollo de estos últimos. 

Aang, Katara y Sokka apenas tienen 12 años, pero sufren una gran transformación a lo largo de la serie. Nunca dejan de ser niños, aunque maduran mucho y consiguen limar las asperezas de sus caracteres. 


Además, la introducción de cada personaje nuevo es importante y nada se hace sin cuidado. Me ha gustado mucho como Toph, una niña ciega de la misma edad que el resto, rompe con todos los estereotipos y tiene una fuerza increíble. 

No son personajes planos ni mucho menos, además de que la redención de cierto personaje está tan bien llevada que ya les gustaría a otras series y películas (no voy a decir nada, pero Ben Solo se merecía algo así). 
Todos me han gustado muchísimo y se hacen querer desde el primer momento. Sokka me hace muy feliz y las escenas del tío Iroh las aguardo con mucha ilusión, pero la aparición de Toph también me conquistó el corazón. 


Es una serie que, sorprendentemente, a pesar de tener ya 15 años (se dice poco) incluye una buena representación de un personaje con discapacidad visual, muy buena presencia femenina y con personajes protagonistas femeninos que no tienen nada que envidiar a las superheroínas de ahora. 

Se ha convertido en mi serie favorita junto a She-ra y las princesas del poder. Se la recomiendo a todo el mundo sin importar su edad porque es una serie para pequeños y mayores que se puede disfrutar en todas las etapas de la vida. 



Os animo a que le deis una oportunidad, tiene tres temporadas de 20 capítulos cada una, pero los capítulos duran 20 minutos así que se pasa volando. Está disponible en Netflix. 


5/5